Toparse con Paredes

Toparse con Paredes
Leí con interés la entrevista que concedió Beatriz Paredes Rangel a Martha Anaya, de El Heraldo de México, donde la senadora tlaxcalteca se apunta para la Presidencia de la República.

El destape tuvo poco eco en la prensa nacional, debido a que el medio no cuenta con el mismo peso que tenía, cuando la columnista reporteaba en el periódico Excélsior

Pero la ex gobernadora sí despertó el interés en el escenario mediático local, donde se propalaron todo tipo de comentarios, la mayoría críticos. cargados de mezquindad.

Es cierto que nadie es profeta en su tierra, pero no se le puede regatear el reconocimiento a Beatriz Paredes, como la política tlaxcalteca que más ha destacado en el escenario nacional.

Dirigente nacional del PRI, subsecretaria de Segob, tres veces diputada federal, senadora, líder campesina y embajadora de México en Cuba y Brasil, entre otros cargos, no es poca cosa.

No ha sido una legisladora más, contestó tres informes presidenciales y ha sido parte de la gobernabilidad del país, durante las transiciones democráticas del PAN y Morena.

La senadora conoce a la perfección los entretelones de la política mexicana, como el de tender puentes y dialogar con todos los sectores de la población, incluidas las minorías.

Lo hizo como gobernadora de Tlaxcala, donde incluso dio cabida a sus críticos en el gabinete y en poderes públicos. Es partidaria de que al adversario es mejor tenerlo cerca y ocupado.

Sus momentos estelares los vivió cuando estuvo a punto, junto con Esteban Moctezuma, de lograr la pacificación de Chiapas, en un encuentro súper secreto con el subcomandante "Marcos", en la Selva Lacandona.

Y cuando, tras la debacle priista por la derrota de Roberto Madrazo, asumió las riendas del CEN del PRI para enmendar la senda de triunfos que posibilitaron recuperar Tlaxcala y luego la Presidencia de México.

En los hechos, Beatriz Paredes cuenta con el perfil para ser presidenta de México, como en su momento lo fueron Michelle Bachelet y Dilma Rousseff, en Chile y Brasil, respectivamente.

Lamentablemente, parece que los tiempos políticos no favorecen a la tlaxcalteca, con un PRI al borde de la extinción y una débil alianza opositora.

Beatriz Paredes propone un gobierno de coalición, que sume al PRI, PAN, PRD y MC, pero conciliar con los intereses de todos resulta prácticamente imposible.

Lo peor es que el electorado mexicano no está a la altura de las circunstancias, ni es tan responsable, como los votantes brasileños y chilenos.

En México, la mayoría de los electores carecen de memoria histórica y se dejan engatusar fácilmente por falsos mesías o sucumben a la venta de su voto.

Bajo ese escenario, poco importan los perfiles de los candidatos, como se ha demostrado en comicios recientes en Guerrero y San Luis Potosí, con personajes cuestionados que ganaron las elecciones.

Su hubiera un electorado más exigente, no tendrían cabida en la política los Félix Salgado Macedonio, Fernández Noroña o Miguel Ángel Covarrubias, citando un caso en Tlaxcala.

Ni permitirían al presidente Andrés Manuel López Obrador su falta de resultados y que todos los días diga mentiras, en "las mañaneras".

Y no se trata de ensalzar la figura de Beatriz Paredes Rangel, pero entre ella y Claudia Sheimbaum ¿Quién tiene mejor perfil?

Por supuesto que la senadora tlaxcalteca se lleva de calle a la jefa de gobierno de la Ciudad de México, pero las encuestas favorecen a la corcholata de López Obrador.

Por lo demás, ya empezó la precampaña "Toparse con Paredes". Vamos a ver hasta donde llega.

victortamayo5@hotmail.com