Lo que se vio ayer en las asambleas seccionales que se realizaron en 42 municipios, retrata la pugna interna que se registra al interior de Morena en el estado de Tlaxcala. 

Midieron fuerzas las principales corrientes que lideran la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros y la senadora Ana Lilia Rivera Rivera. 

No se trata de una disputa cualquiera, pues en los comités seccionales se encuentra la verdadera fuerza política del partido en el poder. 

Es evidente que quien se haga del mayor número de secciones en el estado, tendrá el control de la estructura morenista en el estado. 

Hasta el día de ayer, la gobernadora Lorena Cuéllar y la senadora Ana Lilia Rivera, tenían prácticamente un empate en la integración de los comités seccionales. 

Pero a partir de la votación de ayer domingo, todo puede cambiar, pues en la pugna se revivieron prácticas fraudulentas del pasado. 

Hubo carreo de personas, algunas sin militancia, a las que se permitió la afiliación de última hora, para que pudieran participar en el proceso interno. 

También hubo denuncias por compra de voluntades y una gran desorganización para desalentar a los morenistas de cepa que se dieron cita desde temprano. 

En la sección de San Lucas, del municipio de Tlaxcala, la votación se retrasó por más de cinco horas para permitir el acarreo de votantes. 

La senadora Ana Lilia Rivera Rivera se pronunció en la víspera de la elección seccional de Morena, por desterrar el fraude electoral. 

Sin embargo, todo indica que su llamado tuvo oídos sordos, pues varios actores políticos anduvieron movidos ofreciendo todo tipo de dádivas. 

Lo de ayer, fue apenas un pedacito de la desgarradora guerra interna que se registrará en Morena con miras a las elecciones de 2027. 

No hay que olvidar que además de la gubernatura, alcaldías y diputaciones locales y federales, también se renovarán las presidencias de comunidad. 

Y quien controle la mayoría de los comités seccionales, se podrá quedar con la mayor tajada del pastel de Morena. Al tiempo.

Victortamayo5@hotmail.com