Ingratitud del gobierno de Tlaxcala

Ingratitud del gobierno de Tlaxcala
Ninguna esquela o mensaje de condolencia emitió el gobierno de Tlaxcala, por el sentido deceso del historiador Enrique Florescano Mayet.
Sin importar que el ex director general del INAH, de 1982 a 1988, fue uno de los más fuertes promotores de la zona arqueológica de Cacaxtla.
Todos los medios nacionales de comunicación, dieron cuenta de la muerte del reconocido intelectual mexicano, quien dedicó su vida al estudio de la mitología mesoamericana.
Fue tal la fascinación que despertaron las pinturas murales de Cacaxtla, que el historiador gastó todo el presupuesto anual del INAH, en su conservación.
Por gestiones del gobernador Tulio Hernández Gómez, el INAH y el gobierno de Tlaxcala destinaron 585 millones de pesos en la techumbre del sitio arqueológico.
La obra tenía un fin noble, el de proteger los murales de Cacaxtla, de los inclementes rayos del sol, aunque provocó una enorme polémica, no solo por los recursos que se gastaron.
Para algunos expertos, la techumbre afeaba el entorno, provocó la destrucción de basamentos y generó microclimas que ponían en riesgo las pinturas.
Incluso, hubo algunos que presagiaron que la techumbre podría colapsar por la fuerza de los vientos y aplastar el Gran Basamento de Cacaxtla.
Aún así, la obra se inauguró en 1987 y hasta la fecha no ha caído, por lo que serán los expertos quienes evalúen si ha cumplido con el propósito de preservar los murales.
Lo que sí se debe reconocer, es la pasión que Enrique Florescano dedicó para proteger uno de los más grandes legados de la cultura Olmeca-Xicalanca.
El reconocido historiador se jugó su prestigió en la preservación y proyección de nuestro más importante sitio arqueológico.
Por eso resulta incompresible que el gobierno de la 4T, ya sea por ingratitud o ignorancia, no haya dedicado algún mensaje de consternación por tan lamentable deceso.
Descanse en paz.
victortamayo5@hotmail.com