Sin duda alguna, existen realidades como seres humanos en una sociedad, en efecto, cada persona tiene su propia realidad, no obstante, ello, también existen realidades de grupos, de organizaciones y desde luego de gobernantes.

En este sentido, cada actor político o social expresan y construyen su propia realidad, lo mismo ocurre con el gobierno, teniendo su propia realidad social, política y económica, desde luego que no hay coincidencia entre realidades y más cuando está de por medio, el dinero y el poder.

Para quienes son parte del gobierno, la realidad es que el pueblo aprueba con un porcentaje alto la gestión gubernamental, más del 70 por ciento, dicen algunas encuestas, sin embargo, la existencia de realidades como la inseguridad, la delincuencia organizada, el abandono de la infraestructura, la baja calidad educativa, la falta de medicamentos, la mala atención médica, la baja capacidad técnica de los servidores públicos, el abandono del campo, el deterioró de las instituciones y de la democracia son realidades que los gobiernos no ven.

Los ciudadanos necesitamos gobernantes que atiendan nuestras realidades, ello tiene implicaciones políticas. Se trata entonces, de cambiar la forma de gobierno y a quienes actualmente están al frente de todas las instituciones públicas, iniciando por los integrantes del Poder Legislativo, diputados y senadores que realmente representen a los intereses de los ciudadanos, consultando sus decisiones y defendiendo el interés común.

En el 2027 los ciudadanos tendremos la oportunidad de votar por nuevos gobernantes, los partidos políticos han demostrado su poca eficacia a la hora de gobernar y se olvidaron de las auténticas demandas ciudadanas y de las realidades de los distintos grupos sociales. En consecuencia, la vía ciudadana o las candidaturas independientes, se convierten en la opción viable a ciudadanos con un alto sentido de responsabilidad en la atención a los auténticos intereses de la sociedad, estos proyectos políticos cuentan con un año y seis meses para su formación en política y de gobierno, lo cual les permitirá a esos ciudadanos tener las herramientas necesarias para la competencia política y en su momento el ejercicio eficaz para gobernar, una alta formación en política y gobierno es la mejor estrategia.