La nueva política virtual

La nueva política virtual

Habría que estar conscientes de que la política como la conocemos ha cambiado. Esto nos lleva a cambiar de paradigmas. Los nuevos paradigmas de la política y desde luego de otras ciencias, serán construidos a partir de las condiciones en las que nos encontramos y por supuesto las futuras. En efecto, no solo la política cambiará radicalmente, otras disciplinas tendrán que hacerlo, me refiero en este espacio a disciplinas o temas como: la seguridad pública, la salud, la economía, educación y el medio ambiente.

Desde luego, tenemos que precisar a qué tipo de política nos referimos. Bueno en este caso a toda la política del gobierno federal, el de las entidades federativas, los municipios y en nuestro caso, el de las presidencias de comunidad.

La política legislativa se ha transformado no solo en temas de parlamento abierto sino también en reuniones virtuales del pleno de ambas cámaras y del trabajo legislativo de sus comisiones, ello tiene implicaciones legales tales como modificar la ley a efecto de que los acuerdos parlamentarios virtuales tengan validez jurídica.

En el caso de la política social del ejecutivo federal y respecto de los programas federales, deberán virtualizarse los apoyos, es decir, sin la presencia física de los beneficiarios, lo cual significa la nula promoción de ciertos actores políticos que a toda costa buscaban fortalecer su imagen personal.

Sobre el mismo tema administrativo, seguramente habría que virtualizarse una gran cantidad de trámites administrativos, juicios administrativos, procesos y procedimientos de la misma naturaleza.

En el ámbito jurisdiccional, las controversias virtuales serán una realidad, las demandas, denuncias, admisiones, acuerdos, pruebas entre otros muchos documentos legales, cada día son consultados, enviados y reenviados vía electrónica. Esta forma de administrar e impartir justicia cada día toma mayor fuerza virtual. El derecho informático se convertirá entonces en la disciplina más importante de estos tiempos.

Pero, hay un tema que el Instituto Nacional Electoral y los Órganos Estatales Electorales deberían atender urgentemente. Me refiere al voto electrónico, como una herramienta inaplazable para el próximo año. Los tiempos legales son fatales, en consecuencia, deberán cumplirse y acatarse. El covid19 no debe ser un pretexto para interrumpir plazos, extender periodos o generar incumplimiento de la ley o ingobernabilidad en distintos ámbitos, sobre todo el electoral que tiene como propósito fundamental el ejercicio de la democracia en cuanto al cambio de autoridades electas constitucionalmente.

Será necesario entonces, de una actitud responsable de parte de los órganos electorales locales y federales para construir un clima de confianza y legalidad sana para todos los actores políticos y para los ciudadanos en general, discutiendo y poniendo sobre la mesa, como deberá resolverse el próximo proceso electoral en condiciones de covid19. Es decir, como votar sin la presencia física de los ciudadanos, sin campañas masivas o grupales que pongan en riesgo la salud de todos.

Estamos a un año de la elección, aún hay tiempo para actualizar la ley, con voluntad y responsabilidad, los principales actores políticos, electorales y legislativos podrán modernizar, actualizar la ley que permita la eficiencia y eficacia de las próximas elecciones virtualizadas o electrónicas.

La credencial de elector contiene los candados y códigos necesarios para ser utilizados para un propósito virtual o electrónicos, la huella de cada ciudadano es única y muy confiable. Esperamos que la creatividad de las autoridades electorales y legislativas concluyan en propuestas sensatas para una elección diferente a las que estábamos acostumbrados, esto también forma parte de la nueva normalidad.