Que cada quien haga con su cuerpo lo que quiera…

Que cada quien haga con su cuerpo lo que quiera…


El reciente fallo de la SCJN, ha abierto un fuerte debate entre dos posturas antagónicas en el devenir histórico, político, social, religioso, cultural y económico en el que ha estado inmersa la sociedad mexicana: los conservadores y los liberales.

Resulta risible que en pleno siglo XXI, la sociedad se encuentre debatiendo sobre el derecho a decidir de las mujeres y qué hacer con su cuerpo. Un derecho que sólo ellas tienen la facultad innata de hacer lo que les plazca. Sin embargo, son fantasiosos los gritos en el cielo que los grupos conservadores o próvida, alienados por el clero hacen para según ellos defender la vida.

Debieran discutir sobre la urgente necesidad de acabar con el celibato y que den rienda suelta a sus emociones, y dejar a un lado la falsedad farisea que a muchos los distingue en la grey católica.

La SCJN en su reciente fallo que es histórico, no porque hayan descubierto el hilo negro, sino que con ello se da apertura para que los criterios que vayan adoptando en sus decisiones como la reciente, se vuelva obligatoria con un solo fallo, y no se requerirán de cinco en el mismo sentido como se hacía antes de la reforma constitucional que vino a consumar esta decisión que bonificaría en una mejor impartición de justicia y en una mejor tutela de los derechos humanos.

El fallo sobre la tutela al libre desarrollo de la personalidad, es un derecho innato que le asiste a cualquier persona. Con criterios estúpidos como los que han vertido los grupos próvida, solo dejan ver su grado de misoginia y discriminación a un sector que por siglos ha sido reprimido: las mujeres.

Obligarlas a la maternidad en situaciones que solo una mujer sabe que le puede complicar su proyecto de vida, en un país donde la desigualdad, la pobreza, la falta de oportunidades son una constante. Bajo las prescripciones médicas, éticas y profesionales pueden decidir de manera confiable y clínicamente asesoradas a decidir sobre un bien preciado, su cuerpo que es parte innata de su dignidad humana.

Hasta ahora, sólo en Ciudad de México, Oaxaca, Veracruz e Hidalgo esta despenalizado el aborto, en las demás entidades, solo está permitido bajo ciertas excepciones, como aquel producto de una violación, la malformación congénita etc.

¿Por qué queremos ser ciegos, en un país donde todos basan sus discursos en los derechos humanos como fundamento de las libertades?, pero a la hora que se da un avance no en la conquista sino en el reconocimiento de un derecho fundamental, los timoratos salen a decir una sarta de estupideces para regresar a la edad del oscurantismo. Deja que la mujer decida, es la única que lo puede hacer y los demás sean felices con lo que les plazca o venga en gana.