Sobre el delito de extorsión
El
pasado 24 de septiembre, el Pleno del Senado de la República aprobó una
importante reforma al artículo 73 de la Constitución Política federal.
Trascendental porque nos faculta expedir la Ley General en materia de
extorsión, en la que también se establezcan los tipos penales y sanciones
respecto del secuestro y la desaparición forzada de personas.
¿Por
qué es importante legislar sobre este delito? Porque es uno de más frecuentes
en México, el tercero más común por encima de otros delitos que afectan a la
población.
La
más reciente Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad
Pública (ENVIPE) 2025, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (INEGI), indica que la extorsión es el tercer delito más frecuente en
México, con 5 mil 971 casos por cada 100 mil habitantes, solo superado por el
fraude y el robo en la vía pública o transporte público.
De
hecho, este delito se incrementó en los últimos años al pasar de un promedio de
18.89 casos diarios en 2018 a 29.77 a inicios de este año, es decir, un
incremento del 57. 62 por ciento. Esos son los datos que arroja el Secretariado
Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Por
otra parte, los datos del INEGI muestran que la cifra negra de la extorsión es
muy alta, y que se han detectado casos específicos de este delito en la calle,
en establecimientos y bajo la forma de "cobro de piso".
Este
delito no solamente alcanza a las personas, las empresas también son afectadas
por la extorsión, lo que genera costos significativos que pueden desincentivar
la creación de nuevos negocios.
Como
podemos ver, el impacto de la extorsión se ha convertido en un verdadero lastre
para los hogares, negocios, instituciones y comunidades. De hecho, la
estimación del costo de este delito alcanza los 124 mil millones de pesos.
Ante
esa problemática, en el Senado hicimos eco a la percepción ciudadana de
inseguridad, así como a la necesidad de reforzar la prevención y la confianza
en las instituciones para lograr una mejor atención a los delitos.
¿Cuál
es la idea? Unificar criterios, cerrar vacíos legales y proteger de manera
integral a la sociedad, fortaleciendo la coordinación de los tres niveles de
gobierno para prevenir, investigar y sancionar el delito de extorsión. Y es que
existe una gran disparidad en las legislaciones estatales, por lo cual se hace
necesario homologar la regulación de este tipo penal y articular esfuerzos
entre la federación, las entidades federativas y los municipios con el
propósito de fortalecer la protección de las víctimas y dar certeza jurídica a
las personas que decidan denunciar.
La
denuncia es importante, más aún porque el 97 por ciento de las personas que
enfrentan este delito no denuncian debido a que no tienen confianza en las
autoridades.
La
presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha tenido visión de miras, no solo
reconociendo el problema sino enviando al Congreso de la Unión la iniciativa
correspondiente para reformar la Constitución, a fin de que se pueda expedir la
Ley General contra la Extorsión que permita perseguir de oficio este delito y
proteger a las víctimas.
Independientemente
de ello, desde el pasado 6 de julio, a través del número 089, las víctimas ya
pueden denunciar de manera anónima, con la cual se puede iniciar un proceso de
investigación judicial. Ello, gracias a la nueva Ley Nacional del Sistema de Investigación
e Inteligencia.
El
Senado ha respondido con la aprobación de esa reforma a la Constitución.
Corresponde ahora a los Congresos locales avalarla para seguir avanzando.
Ana
Lilia Rivera Rivera
Senadora
de la República por el Estado de Tlaxcala
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