Digan lo que diga, pero luego de varios años de silencio, este martes durante la toma de las oficinas de la Secretaría de Educación Pública del Estado y de la Unidad de Servicios Educativos de Tlaxcala (SEPE-USET) se destapó la cloaca de corrupción, de beneficios y de incumplimiento de acuerdos en esta dependencia estatal.

Por un lado el secretario general de la Sección 31 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) Cutberto Chávez y la representante del mismo sindicato en la USET, Gwendolynee Amaro Ramírez, acusaron sin miramiento al secretario de educación, Homero Meneses, de violentar los derechos laborales, entre ellos, la falta de pago desde el mes de enero a maestros que cubren interinatos, las continuas amenazas y hostigamiento a trabajadores e incumplimiento de acuerdos.  

Por el otro lado, el Secretario de Educación Pública, Homero Meneses, utilizó sus estrategias mediáticas para acusar a Gwendolynee Amaro de recibir privilegios económicos a través de terceras personas que pactaban y firmaban contratos millonarios por servicios para celebrar festejos anuales del magisterio, además del otorgamiento de una plaza para un familiar.  

La gota que derramó el vaso para destapar la cloaca al interior de la SEPE-USET es que el titular se negó a escuchar a los inconformes, quienes luego de este desplante y por reacción lógica tomaron y cerraron las instalaciones de la dependencia.

Es claro que la falta de tacto y voluntad política por parte de Homero Meneses terminó con la luna de miel entre el gobierno de Lorena Cuéllar y la Sección 31 del SNTE.

Ante los señalamientos y acusaciones de ambos lados, la gobernadora del estado no tiene de otra más que ordenar una investigación exhaustiva de lo que ocurre al interior de las oficinas de la SEPE porque los actos de corrupción, de privilegios y de hostigamiento en todos los sentidos seguirán aflorando.

Es más, la gobernadora del estado tiene la indicación del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador de atajar cualquier conflicto que raspe el ejercicio de la revocación de mandato, por lo tanto, no hay duda de que este problema magisterial se atienda lo más pronto posible, cueste lo que cueste, antes de que el daño sea mayúsculo para la votación del 10 de abril. 

La verdad es que esta manifestación es un golpe severo para la administración de Cuéllar Cisneros, y es que el SNTE exigió la remoción de Homero Meneses como secretario de educación pública, quien por cierto dicen que tiene a su favor la limpia que realiza por supuestos actos de corrupción y privilegios internos, así como la campaña que emprende para terminar con el exceso de personal en las oficinas que duplican funciones sin sentido y con aquellos que gozan de permisos para ausentarse de sus obligaciones.

Todo esto puede ser el inicio de una serie de movilizaciones magisteriales, pero esperemos a que el tiempo acomode a todos en su lugar. Ya se verá.

Bombazos…

Ojalá la manifestación de los trabajadores de la educación no lastime el prestigio de “Tlaxcala Sí existe” que se ganó durante el Tour Mundial de voleibol de Playa celebrado la semana pasada en la capital del estado.

Artillería Pesada…

Tlaxcala ya no es de los primeros tres estados más seguros del país, la ola delictiva crece, los actos violentos, los crímenes, los asaltos, el robo de autos y autopartes, los secuestros y los feminicidios. Como la ve.

Hasta la próxima entrega de Frentes de Guerra.