Les cuento que los super delegados del país, que han sido acusados de entrometerse en asuntos de Morena, como el caso de Lorena Cuéllar en Tlaxcala, fueron regañados por el Presidente de la República.

 

No sólo eso, a través de un memorándum, Andrés Manuel López Obrador  les advirtió que el fraude electoral ya está tipificado como delito grave, por lo que no dudará en pedirles la renuncia de sus cargos.

 

El Presidente, explicó mediante un tweet que ‘ya no hay partido de estado y es delito grave el fraude electoral’,  durante una reunión con delegados de Bienestar de los estados.

En el jalón de orejas, AMLO pidió a los funcionarios federales abstenerse de actuar en funciones partidistas y les recordó que está prohibido utilizar bienes, imágenes, programas sociales o cualquier otro recurso público.

Y de colofón, les recordó que uno de los propósitos de la Cuarta Transformación es hacer realidad una auténtica democracia,  así como desterrar la simulación y las marrullerías. 

El regaño caló hondo en Lorena Cuéllar Cisneros, quien enfrenta varias denuncias de la militancia de Morena por entrometerse en el proceso para elegir a los delegados distritales.

La principal denuncia fue hecha por la senadora Ana Lilia Rivera Rivera, quien acusó directamente a la Delegada del Bienestar de Tlaxcala, de reventar las Asambleas de Morena en los distritos 01 y 03.

Además, de repartir dinero y programas sociales para influir en las votaciones partidistas, así como manipular el Padrón de Militantes, todo ello utilizando a funcionarios a su cargo.

Lo anterior provocó el ultimátum de López Obrador a los Delegados Federales, quienes a partir de hoy van a ser objeto de un duro escrutinio.

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