AIFA…

AIFA…


Es sorprendente como de la noche a la mañana, las noticias, los escándalos políticos y bombazos que embarran de “sospechosismo” a la elite política de México, cambian de forma abrumadora.

En esta era de la 4t, todo es sinergia para el escándalo y rapidez para darle la vuelta al tema y como el telón de inmediato reemplaza a los actores.

Puede suscitarse un hecho que ha decir de los detractores del gobierno en turno lo van orillando al precipicio, pero al parecer ese precipicio parece no tener fin.

En política no hay casualidades sino causalidades. Pues apenas hace unas semanas el boom de la casa gris era el misil que pegaba al corazón del morenismo, aún no se terminaba el escandalo cuando aparece el Fiscal Gertz Manero, y las filtraciones de sus llamadas que escandalizan la manera en que la impartición de justicia se conduce en México, cuando todo hacía suponer que estas acciones poco a poco se iban a desterrar.

Con estas llamadas se ponía en jaque a la autonomía de dos instituciones pilares del Estado; el Poder Judicial de la Federación y la Fiscalía General de la República. Ahora eso priva para el anecdotario.

Y de un plumazo, aparece en una prestigiada revista el artículo, carta o imploración de yo no fui, el texto del otrora poderoso exconsejero jurídico Scherer Ibarra.

Donde pone en la lupa y ojo del huracán, a la exministra en retiro y Senadora Olga Sánchez Cordero y al desprestigiado Fiscal Gertz, -donde palabras más, palabras menos- el Abogado Scherer Ibarra, delata un complot en su contra y narra como son los entresijos del poder, y como se teje la componenda, la corrupción, la impunidad al más alto nivel en este gobierno del no mentir, no robar, no traicionar.

Pero todo esto es igual parte de las efemérides de la corruptela política. En el equinoccio de la primavera, la inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, sirvió de marco perfecto para dar felicidad y una bocanada de aire a la imagen y discurso de la 4t.

Entre elogios, selfies, pasarela política, y discursos de los gobernadores de lo que queda del PRI, ayer el presidente Amlo, lucía como en su habitad manejando los escenarios a su favor, todo parece quedar en el olvido, si ese aeropuerto cumple o no las normas internacionales para su operación.

La coincidencia de los asistentes a ese magno evento fue el asombro y beneplácito, para una de las obras insignes de este gobierno. Atrás quedaron las críticas, el escepticismo sobre ese proyecto, ahora por el bien de México que esta nueva terminal aeroportuaria funcione y funcione bien. Y como siempre ya saben quién, manejando estos escenarios como él quiere, guardando silencio con eso de la veda electoral, pero marcando los tiempos políticos como su traje a la medida, ante una oposición que sigue igual, extraviada…