La semana que terminó, fuimos testigos de un desaguisado más de la política diplomática sostenida por la 4t durante su mandato.

Fiel a su estilo el presidente López Obrador, en un arranque más de su extrovertida forma de gobernar, llamo a un grupo de eurodiputados que habían hecho un exhorto sobre la situación de violencia y falta de libertad de expresión que viven los periodistas y los defensores de derechos humanos en México; “borregos injerencistas”, y opositores a su régimen tan parlado que trata de implementar en el país.

Cuando todos, pensaban que se trataba de un fake news o de que habían hackeado la página oficial de la presidencia de la república, el mismo López reconoció que junto con su vocero habían redactado esa postura para hacer frente a los dichos de los eurodiputados.

Vaya, aquí lo importantes es cuestionar y la cancillería mexicana, donde quedo. Al parecer Marcelo Ebrard, ni enterado estaba de esta misiva, lo cual es preocupante, pues al hacerlo a un lado de la política exterior es un claro mensaje de que simplemente el no será el ungido para 2024.

También, parece ser, que se trata de una cortina de humo, sin importar las consecuencias que pudiera tener en las relaciones diplomáticas, por tratar de desviar la atención de la casa gris de Houston, o de las últimas marrullerías que ha cometido el Fiscal Gertz Manero, quien ha utilizado a la FGR, para litigar e influir en sus pleitos legales en contra de su familia a su favor.

O para desvirtuar, los señalamientos sobre los sobornos de su exconsejero jurídico Scherer Ibarra, quien habría utilizado esa institución para obtener beneficios económicos. Así como las acusaciones en contra de los hermanos incomodos y la prima, que han lastimado severamente el discurso presidencial en contra de la corrupción, pues todos estos hechos parecen indicar que se trata de la misma porquería.

Si bien la figura presidencial, sigue gozando de una aceptable popularidad. Esta poco a poco se va mermando y eso lo sabe ya saben quién, y parece no gustarle la idea.

Pues la imagen de que no se ha recordado como el Benito Juárez o el Tata Cárdenas, que vino al rescate de este país. Y ser señalado como uno más, de los que tanto aborrece; los salinas, los fox, los calderón, los cevallos, los peña nieto, etcétera, es decir los mismos saqueadores que han explotado y oprimido a este país, parece causarle ahora sí, un gran enojo.