La compra. La semana previa a la elección más grande de la historia de México, el presidente Amlo, presumió a lo grande la compra mayoritaria de acciones de la refinería Deer Park, la verdad, que bien. Obvio si viviéramos en la década de los 70´s, la adquisición hubiese sido todo un éxito; el problema que estamos en pleno siglo XXI, donde la contaminación ambiental ha devastado el planeta y el calentamiento global es una realidad compleja, por donde quiera que se le vea.

Por ello, la agenda 20-30 de la ONU, sobre medidas ambientales, habla precisamente sobre la necesidad de buscar energías alternativas renovables para evitar el desastre ambiental que tenemos, incluso, países europeos han visto el tema de las energías eólicas como una medida para paliar la crisis que está a la vista.

Con esta compra el estado mexicano, da un claro mensaje de que nos estancamos en el pasado. Y vamos a contracorriente de lo que la aldea global está haciendo para evitar heredar un mundo perdido en la contaminación.

La refinería que huele a reumática seria el término preciso para describir este hecho. Se sabe que vive una crisis financiera y de productividad, con lo cual se tiene que lidiar. Como dijo el clásico: “tuya la vaca, tuyos los becerros”, pues ahora se tiene que solucionar en el corto plazo una línea de crédito por alrededor de 130 millones de dólares, con la que se adquirió esta empresa, y espere lo que vaya saliendo, pues ya el director de Pemex dio a conocer que la refinería viene con una deuda cercana a los 980 millones de dólares. Así las cosas.     

La violencia. Por otro lado, la violencia electoral ha azotado fuertemente a este proceso. Incluso, las miradas internacionales están puestas en este escenario. Los observadores acreditados ante el estado mexicano han mostrado su preocupación frente a estos hechos.

El asesinato de la aspirante a la alcaldía de Moroleón, Guanajuato, Alma Barragán, quien frente a sus simpatizantes fue ultimada, pone otra vez en la opinión publica este lastre social que se viene arrastrando.

La consultora Etellekt, ha documentado que durante este proceso electoral se han asesinado a 88 aspirantes a algún cargo de elección popular.

Del PRI han perdido la vida 16 personas; Morena 15; PAN 12; PRD 12; PVEM 10; MC 08 y los 15 restantes han sido contra otros partidos.

Sin duda, la efervescencia electoral está a todo lo que da. Se espera que los ánimos no se calienten más y no siga corriendo sangre. Pues en nada abona a la pacificación del país y a la incipiente democracia mexicana.

A todo esto, hay que agregarle el intento de agresión que dio a conocer Mario Delgado, líder nacional de Morena, quien en su gira por Tamaulipas denuncio a través de las redes sociales que hombres armados habían interceptado el vehículo donde viajaba con su comitiva, hechos que crearon una infinidad de dudas y especulaciones sobre la veracidad de este suceso, algunos dicen que se trató de simpatizantes molestos con su actuar y por ello los repelieron.

Lo que, si deja en claro, que la orden de aprehensión contra Francisco García Cabeza de Vaca, solo fue una cortina de humo, pues a la fecha el gobernador de esa entidad sigue estando en funciones, y por lo tanto gozando del fuero constitucional, incluso, sostuvo una reunión virtual con la Secretaría de Gobernación, y fijó su postura sobre los hechos que denunció el líder de Morena.

Entre declinaciones de candidatas y candidatos, compra de una refinería reumática, una violencia exacerbada, y un gobernador que trataron de desaforar y aprehender y no pudieron, el trágico accidente de la línea 12 que enviaron al olvido con muchas cortinas de humo, se acerca el seis de junio donde el destino del país está de por medio.