Combate a la Impunidad…

Combate a la Impunidad…


México es un país de contrastes. Mientras el discurso oficial a diario habla de su lucha frontal contra la impunidad, en los hechos esta sigue siendo un lastre para la sociedad.

Estamos a acostumbrados a decir que los mexicanos, no tenemos la cultura de la denuncia. Y es cierto. Pero para que denunciar sino va a pasar nada, estas son las dos constantes que encontramos en las justificaciones.

La investigación de los delitos, la impartición de la justicia, o el sistema penal acusatorio que tanto se presume, parece no cumplir su cometido. Si bien está sustentando en la defensa de la dignidad humana como pilar básico del garantismo penal, en los hechos la impunidad sigue siendo uno de los peores lastres sociales.

El Índice Global de Impunidad, nos dice que México se ubica entre los diez países con mayor grado de impunidad. Tan solo el 92.4 % es la cifra negra que México, representa, es decir el grado de desconfianza o desconocimiento por el que la sociedad decide no denunciar. Y de los delitos que se llegan a denunciar apenas el 1% llega a esclarecerse mediante una sentencia.

Dicen que el “populismo punitivo”, no ayuda en nada a combatir este flagelo social. Mientras a diario el combate a la corrupción, se dirige a la clase media o aspiracionista, por ser egoístas, o tener esperanzas de progresar; o contra un grupo de científicos que bien pudieron cometer actos indebidos o de corrupción, eso no lo sabemos pues la justicia se ha negado a actuar contras ellos; o contra los conservadores, que debemos ser objetivos, muchos cuando accedieron al poder se enriquecieron vilmente de la noche a la mañana. Pero como siempre son conjeturas y discursos que quedan en el “sospechosismo”, pues al final no pasa nada. 

Mientras tanto, cómodo, sentado plácidamente, degustando las mejores viandas chinas, con un buen vino en el centro de la mesa, rodeado de una grata compañía de alcurnia, con una vestimenta acorde para la ocasión, y en una de las zonas más exclusivas de la ciudad de México, el otrora defenestrado Emilio Lozoya Austin, exdirector de Pemex, hacía gala de lo que impera en México; la impunidad.

El magnate de los sobornos y la corrupción, en la última era del Pri y de Peña Nieto, hoy goza de cabal impunidad, amparado como testigo colaborador por la FGR, simplemente le da protección y no hizo nada para que este personaje pisara la cárcel. Por ello, se placea sin menor recato, pues así fue evidenciado. Y el mensaje parece ser el mismo, el de no pasara nada, y que la corrupción y la impunidad sigan haciendo las suyas, total el pueblo, noble y bueno aguanta eso y más…