Después de que varios personajes ligados a la 4T, cayeran en la frivolidad, el dispendio, el nepotismo y demás linduras debidamente documentadas. Su comportamiento al más viejo estilo priista o panista, eso que criticaron y los hizo llegar al poder, se convirtió en una costumbre recurrente en su actuar.

Bien dice el dicho; “quieres conocer a una persona dale poder”, y ahí conocerás su esencia, ya que, “…el que no tiene y llega a tener loco se quiere volver”, y eso es lo que ha pasado con esta nueva elite política que muchos de ellos de la noche a la mañana se embriagaron de poder y claro ahora tienen que ponerles un hasta aquí.

Políticos venidos a menos y que dieron el salto a ese movimiento, que los a abrigado. Priistas, panistas, perredistas, emecistas, mucho de lo más rancio encontró cobijo en Morena, y ahí están las consecuencias.

En tanto, viejos partidarios de la izquierda, hoy lucen en el olvido, remorando sus luchas y arengas que solo sirvió para que un puñado de arribistas les quitara el sueño de poder gobernar, y lograr el tan anhelado cambio.

Morena se convirtió el huracán para ganar elecciones. Mando al ostracismo a muchos políticos de alcurnia. Cuajo un discurso que gusto a una sociedad cansada por la corrupción, el amiguismo y la componenda. Sin embargo, en este corto tiempo, este movimiento ha caído en los mismos errores que sus antecesores.

Muchos pseudopolíticos de escritorio o de café, que abundan en ese movimiento, y que ayer nadie conocía, hoy dicen ser operadores u operadoras o gurús de la nueva forma de hacer política. En su desfachatez, les da lo mismo que el esposo o la esposa, el cuñado o cuñada, el primo o la prima aspiren al mismo cargo, utilizando recursos públicos en la promoción de su imagen.

Utilizando el discurso de la democracia y del bienestar del pueblo, solo para acceder a sus intereses, cuando en realidad lo que menos les importa es el pueblo. Su sed de poder, dinero, glamour y buenos dispendios los esta llevando al despeñadero. Por eso la necesidad de imponerles como bozal unos lineamientos éticos, para frenar sus ambiciones. 

Muchos de ellos políticas o políticos clasistas que han encontrado en ese movimiento la oportunidad para saciar sus intereses personales. Morena no se debe preocupar por el PRI, PAN o MC, esos partidos están en el limbo de la desgracia política, sin rumbo y viendo sólo como sobrevivir de las partidas presupuestales que les corresponde.

El verdadero enemigo de Morena son sus luchas intestinas, sus traiciones, fanfarronerías y excesos en la que han caído varios de sus cuadros, y son los que poco a poco se encargaran de ponerle la lápida, si es que esos lineamientos los ignoran y se los pasan por el arco del triunfo, sino al tiempo.