El maíz es la raíz
La
presidenta Claudia Sheinbaum presentó esta semana el Plan Nacional de Maíz
Nativo. Dicho plan se denomina “El Maíz es la Raíz” y su objetivo es impulsar
la conservación, producción, transformación y comercialización del maíz nativo
mexicano.
No puedo
sino estar más integrada a tal presentación. Sobre todo porque he sido una
firme impulsora de reformas y acciones para proteger el maíz nativo de México
contra el maíz transgénico, y he promovido la soberanía alimentaria y la
agricultura tradicional.
He sido una
férrea defensora del decreto presidencial que prohíbe la importación de maíz
transgénico para consumo humano, al mismo tiempo que una promotora de reformas
constitucionales que hagan resguardar la biodiversidad del maíz y el frijol,
considerados un patrimonio alimentario esencial.
En
septiembre de 2023 apoyé y defendí el decreto del gobierno de México que
buscaba impedir la importación de maíz transgénico para consumo humano. Impulsé
una reforma constitucional para proteger la biodiversidad del maíz nativo y
prohibir la manipulación genética de las razas nativas para preservar la
riqueza genética del país y evitar monopolios agroalimentarios.
En mi
trayectoria he destacado la importancia de recuperar la producción nacional de
alimentos para reducir la dependencia de productos importados. También he
promovido reformas para fomentar prácticas agroecológicas que reduzcan el uso
de agroquímicos, a fin de que se mitigue el impacto ambiental y se preserven
los ecosistemas.
La
estrategia de la presidenta Claudia Sheinbaum busca apoyar a 1.5 millones de
campesinas y campesinos que producen milpas de maíz, calabaza y frijol, a
través de la compra de equipos especiales para cada región, que serán de acceso
colectivo.
Hay varios
objetivos en eso: desmalezar la tierra, colocar semillas y convertir las
cosechas excedentes en productos terminados para generar un ingreso adicional a
las y los productores. Se trata de fortalecer los sistemas agroalimentarios
comunitarios con acompañamiento técnico, maquinaria apropiada, además de
garantizar la conservación del maíz nativo.
No puedo
sino respaldar, en mi calidad de integrante del Senado, este programa integral,
sobre todo porque los 1.5 millones de campesinas y campesinos que siguen
utilizando el maíz nativo, lo conservan para alimentarse y para tener ingresos
adicionales.
El programa
de la presidenta es un reconocimiento de una lucha histórica que une a
colectivos, como "Hijos del Maíz", para celebrar y reconocer la
protección legal del maíz nativo, lo que incluye una demanda colectiva iniciada
en 2013 que logró medidas precautorias históricas.
En mi
carrera como legisladora siempre he subrayado que proteger el maíz nativo es un
asunto de seguridad nacional y salud pública, lo cual empata con la iniciativa
presidencial para apoyar a las y los campesinos.
Por ello
hago mías las palabras de la presidenta: “Conservar el maíz y todas sus
variedades, todas sus razas, es conservar México, es conservar nuestra
identidad”.
Vamos, pues,
por la meta para 2030 de beneficiar a 1.5 millones de pequeñas y pequeños
productores de 872 municipios de 29 entidades del país, entre ellas Tlaxcala.
Ana Lilia
Rivera Rivera
Senadora de la República por el Estado de
Tlaxcala
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