Alfonso Sánchez García: El alcalde de los 500 años

Alfonso Sánchez García: El alcalde de los 500 años

Hay momentos que definen a las personas, y personas que definen los momentos, así que en los festejos por los 500 años de la fundación de la ciudad de Tlaxcala, Alfonso Sánchez García fue, sin duda, ambas cosas.

La capital se convirtió en el corazón de una celebración histórica por 15 días. Luces, música, historia viva, pero entre todos los nombres y los discursos, hubo uno que no pasó desapercibido, el del presidente municipal, “Ponchito” no solo fue anfitrión, fue el rostro de la conmemoración.

A Sánchez García le tocó recibir a autoridades nacionales e internacionales, caminar al lado de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, y representar a Tlaxcala ante los ojos del país y del mundo. Cada saludo, cada palabra, cada fotografía fue parte de una estrategia, proyectar liderazgo, sin pedir permiso para hacerlo.

Eso, claro, no gustó a todos. Detrás de las sonrisas de cortesía y los saludos medidos, más de un adversario se atragantó con su propio orgullo, porque cuando algunos buscaban reflectores, Alfonso Sánchez los tenía de frente, mientras otros hacían fila para ser vistos, él ya estaba en el escenario.

Le duela a quien le duela, el delfín de la gobernadora nadó con elegancia en aguas donde muchos solo chapotean, aprovechó los festejos no solo para rendir homenaje a la historia, lo hizo para escribir la suya con tinta política, lo realizó con el temple de quien sabe que el poder también se ejerce desde la imagen.

En los libros de historia no quedarán los envidiosos ni los que aplaudieron a medias, solo quien supo estar en el lugar y el momento precisos.

Los festejos terminaron, las luces se apagaron, pero Alfonso Sánchez García sigue ahí, en la foto y en la conversación, y eso para quienes lo subestimaron es la verdadera lección de estos 500 años: al tiempo en que algunos contaban los días de los festejos, él estaba contando los pasos hacia lo que viene.