La necesidad de perfiles con resultados

La necesidad de perfiles con resultados

TIEMPOS DE CAMBIO

 

Por Santiago Hernández

 

Sin duda alguna, Tlaxcala requiere dar un paso firme hacia la profesionalización de su administración financiera.


El ciudadano está harto de las improvisaciones, demanda perfiles probados, con experiencia y resultados tangibles.

 

El tema no es menor: las finanzas públicas enfrentan grandes retos y las instituciones locales padecen los estragos de años de manejos poco adecuados.

 

Bien haría la ciudadanía en voltear a ver lo que el gobierno encabezado por la maestra Delfina Gómez Álvarez está haciendo. Bajo su conducción, el Estado de México se ha colocado como líder nacional en eficiencia recaudatoria.

 

En solo dos años, los ingresos estatales alcanzaron una cifra histórica de más de 353 mil millones de pesos, lo que habla de una diferencia de más de 22 mil millones respecto a lo obtenido en 2024.

 

Este logro no es casualidad: es el resultado de una administración basada en principios de transparencia, eficiencia y justicia distributiva, pilares que dan sentido a la Cuarta Transformación impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador y continuada con visión humanista por la presidenta Claudia Sheinbaum.

 

Pero también, es consecuencia del de trabajo de un tlaxcalteca: Óscar Flores Jiménez, actual secretario de Finanzas del Estado de México, quien ha puesto su experiencia al servicio de tales principios.

 

Óscar Flores ha demostrado que una política fiscal responsable no está reñida con la sensibilidad social, por lo que su labor debe considerarse referencia de eficacia, responsabilidad y compromiso social.

 

Durante su gestión se han aplicado 26 estímulos fiscales, entre ellos el subsidio a la tenencia para 4.5 millones de vehículos, lo que generó ahorros por más de 7 mil 800 millones de pesos para las familias mexiquenses. Estas medidas reflejan un modelo de gobierno que entiende que la recaudación es una herramienta de bienestar colectivo.

 

A ello se suma su labor en el rescate financiero del ISSEMYM, una institución que durante años enfrentó crisis estructurales. Con aportaciones solidarias, reestructuración y una fiscalización responsable, Flores Jiménez sentó las bases de una recuperación ordenada, demostrando que el equilibrio financiero puede lograrse sin sacrificar derechos laborales ni la atención médica de los trabajadores.

 

Este resultado, particularmente, abre una reflexión para Tlaxcala, porque Pensiones Civiles del Estado atraviesa desde hace años una crisis que amenaza su viabilidad, y la experiencia de Óscar Flores podría ser útil para su rescate institucional, que requiere de criterios técnicos, disciplina presupuestal y una visión de largo plazo, no medidas paliativas que hacen del problema una bomba de tiempo.

 

Por supuesto, en un contexto nacional en el que la presidenta Sheinbaum impulsa la eficiencia gubernamental y la rendición de cuentas como motores de transformación, Tlaxcala no puede quedarse atrás. Debe apostar por la efectividad de los cuadros políticos y perfiles profesionales que acrediten resultados más allá de la popularidad o las simpatías momentáneas.

 

La ciudadanía tiene claro que el carisma no garantiza servicios, ni rescata instituciones, ni tampoco garantiza austeridad ni transparencia. Lo que hoy necesita son servidores públicos con la capacidad de mantener finanzas sanas, generar confianza y orientar el gasto hacia las prioridades sociales.


El trabajo en el Estado de México encarna los principios de la Cuarta Transformación: austeridad, eficiencia y justicia social. Si Tlaxcala busca avanzar hacia un modelo de desarrollo sustentable, con instituciones sólidas y un sistema de pensiones viable, debe mirar hacia ejemplos de éxito comprobado, porque más allá de los discursos, el verdadero cambio se mide en resultados: en resultados que siente la gente.