*Un ambiente festivo, lleno de energía, música y colores se observó desde muy temprana hora

Se trata de un evento que ya se ha convertido en una tradición esperada por niñas, niños, jóvenes, mamás, papás, personas con discapacidad, abuelitas y abuelitos y hasta las mascotas, todos unidos con un solo propósito: disfrutar, activarse y fortalecer los lazos familiares.

El sol empezaba a asomarse, así como el entusiasmo de todas las familias que poco a poco se iban adueñando del espacio, que por unas horas se convirtió en la pista de carreras más divertida del país.

Ahí estaban los más pequeños brincando de emoción, los adultos ajustando sus tenis, y calentando el cuerpo para hacer frente a este divertido reto.

Pero esta carrera no era una competencia de velocidad ni de resistencia, sino de unión y diversión; para las familias que participaron ganar significaba llegar juntos, apoyarse y disfrutar cada paso del recorrido.

En el trayecto, participó Mariana Espinosa de los Monteros Cuéllar, presidenta del SEDIF Tlaxcala, así como la directora general del organismo, Flor López Hinojosa, quienes junto con las familias de Tlaxcala escalaron inflables, sortearon obstáculos y atravesaron túneles, así como cada uno de los retos diseñados para que cada participante pusiera a prueba su coordinación y espíritu de equipo.

Entre porras y gritos de “¡Sí se Puede!, ¡Vamos, vamos!”, se podía observar a papás y mamás cargando a sus hijos sobre los hombros, jóvenes llevando en brazos a sus amigos de cuatro patitas y abuelitas tomando de la mano a sus nietos, disfrutando todas y todos del ambiente festivo.

Uno de los momentos más esperados en la ruta fue la estación de colores; ahí personal del Sedif Tlaxcala recibió con polvos de colores a las familias: se tiñeron las camisetas, muchos rostros y cabellos, dejando en los semblantes de cada persona participante un gesto de felicidad en cada paso, de irse pitando nadie se salvó.

Los niños reían al ver a sus papás cubiertos de colores, y las familias se detenían un momento para inmortalizar la escena en fotos llenas de energía y felicidad.

Conforme avanzaban en la ruta, se acercaban a otro momento cumbre: recibir la medalla.

Al cruzar la meta, no había un podio con los primeros lugares, pero si un reconocimiento de corazón para todas y todos por completar un reto en familia y la satisfacción de haber compartido una experiencia única.

Ahí no terminó todo. Frente al escenario, las familias se congregaron para cerrar con broche de oro este evento, participando de una fiesta de colores; la explosión inundó toda la carretera federal, por unos minutos el asfalto era un arcoíris, un lienzo inigualable.

Con esta carrera, se reafirma el compromiso de Sistema Estatal DIF de fomentar la activación física, la sana convivencia y la unión de las familias tlaxcaltecas. Y mientras las sonrisas y abrazos se multiplicaban al final del evento, quedaba claro que esta no solo fue una carrera, sino una celebración de lo más valioso que tenemos: el tiempo y el amor en familia.

Nos vemos en la cuarta edición, porque juntos, Transformamos Vidas, hacemos de la convivencia familiar una verdadera fiesta.

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