La primera gasolinera se encuentra ubicada en Chetumal, en tanto las próximas aperturas serán en Cancún, Estado de México, Campeche, Mérida, Puebla y Tlaxcala.

La primera fase para su marca incluye 10 estaciones nuevas con la nueva bandera y 15 reconversiones más que cambiarán sus colores a partir de agosto.

“Cada reconversión cuesta entre un millón y millón y medio de pesos aproximadamente”, reveló a Forbes México el Director de Operaciones, Jesús Montoya.

A inicios de año, la  marca gasolinera del sureste  inauguró su primera estación de servicio en el valle de México, en Tecamac, Estado de México, y con una inversión de 250 millones de pesos a lo largo del 2018 proyecto llegar  a 100 establecimientos en el país, Guatemala y Honduras, con cuatro de estos establecimientos en el centro de la República.

“Las estaciones de servicio de Full Gas son construcciones nuevas, lo que implica una estrategia distinta a la que están utilizando competidores internacionales que sólo llegan al país a comprar establecimientos ya existentes y modifican sus colores para vender el mismo producto al mismo precio”,  Jesús Montoya.

“Hemos visto muchos cambios, pero son en su mayoría sólo cambios de color, de fachada o de bandera de las estaciones de servicio que ya operaban y no ofrecen un verdadero cambio de filosofía de atención al cliente y experiencia completa en una estación de servicio”, dijo.

Según él, sólo dos grupos mexicanos parten de la idea de abrir nuevas gasolineras de cero para con ello generar valor tanto al mercado mexicano como a los consumidores, y son Oxxo Gas, con casi 400 estaciones de servicio que operan con un esquema mixto entre establecimientos con la franquicia de Petróleos Mexicanos  y la marca propia, además de Full Gas, que hasta el momento presenta su identidad en las estaciones de servicio que sigue operando bajo la franquicia de Pemex.