El agua como recurso de la nación
En
el marco de su primer año de Gobierno, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo
envió a la Cámara de Diputados una iniciativa para expedir la Ley General de
Aguas y reformar la Ley de Aguas Nacionales. El objetivo es devolver este vital
líquido como recurso de la nación y que su acceso sea un derecho para todas las
personas.
La
Constitución Política federal establece que el agua es un recurso de la nación.
De hecho, el artículo 27 precisa que la nación tiene el derecho de regular el
uso, distribución y conservación de los recursos hídricos, y cualquier uso que
exceda estos derechos requiere una concesión otorgada por el gobierno federal.
Recordemos
que, en 1992, cuando Carlos Salinas de Gortari era presidente, fue reformada la
Ley de Aguas para convertir las concesiones de agua en una mercancía, hacerla
transmisible y vendible por privados y entre privados. Esta situación generó un
descontrol en las concesiones porque muchas veces los particulares ni siquiera
avisaban a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y ni siquiera había control
de cuánta agua realmente estaba utilizando la concesión.
Sin
embargo, aunque el agua puede ser concesionada, su uso debe estar regulado para
garantizar su equidad. En ese sentido, la iniciativa presidencial respecto de
la reforma a la Ley de Aguas Nacionales, plantea desaparecer el régimen de
transmisiones de derechos de agua entre particulares y propone modificar las
reglas aplicables a la determinación del pago de la cuota de garantía, en aras
de erradicar prácticas de acaparamiento.
Lo
anterior implica fortalecer el procedimiento para detectar usos irregulares del
agua y el incumplimiento de obligaciones, así como el régimen de sanciones para
inhibir ese tipo de conductas. Es decir, se incluirá un catálogo de delitos
hídricos.
¿Qué
implica lo anterior? Que el Estado mexicano será el único responsable de
regular y garantizar el uso del agua. Más claro: se devolverá el agua como
recurso de la nación.
En
el caso de la propuesta para expedir la Ley General de Aguas, la iniciativa
plantea delinear las acciones y atribuciones que deben asumir las autoridades
de los tres órdenes de gobierno (federación, estados y municipios) para
garantizar el acceso, disposición y saneamiento del agua para consumo personal
y doméstico.
Lo
que se pretende es sentar las bases y modalidades para el acceso, uso
equitativo y sustentable de los recursos hídricos, así como su interdependencia
con otros derechos fundamentales de la persona.
Debe
destacarse el hecho de que la iniciativa de la presidenta Claudia Sheinbaum
incluye un apartado dedicado a fomentar la cultura del agua, a través de la
cual se busca generar conciencia sobre la importancia que ésta tiene para la
vida y la dignidad de las personas, a fin de promover el uso racional y eficaz
de este recurso, al mismo tiempo de fomentar una mayor participación social
para su conservación.
Ahora
bien, debe subrayarse que la iniciativa hace un pleno reconocimiento de los
sistemas comunitarios de aguas, que no son otra cosa que organizaciones locales
cuyo fin es garantizar el acceso a agua segura y limpia en su localidad.
Lo
anterior es de vital importancia porque estos sistemas comunitarios se basan en
la organización social para administrar, distribuir y hacer uso del agua, lo
cual es crucial para las zonas rurales y comunidades vulnerables.
Ya
en noviembre de 2023, en la inauguración del foro denominado “Potencial de la
infraestructura verde” realizado en el Senado de la República, subrayé que
México requería garantizar el derecho humano a este recurso vital, por lo que
en la Cámara Senatorial el tema debía ser prioridad.
En
ese sentido, es una gran noticia que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo haya
enviado a la Cámara de Diputados esta iniciativa. En su momento, una vez que
llegue al Senado, la propuesta seguramente encontrará un eco positivo y será
bien recibida.
Ana
Lilia Rivera Rivera
Senadora
de la República por el Estado de Tlaxcala
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