¿Tlaxcala, el estado más seguro?
Despertar
con la noticia de seis cabezas humanas expuestas en una carretera de Tlaxcala
es un golpe brutal a la percepción y a la conciencia colectiva de quienes aún
creíamos vivir en una burbuja donde la violencia extrema era un mal ajeno.
El
hallazgo en Ixtacuixtla de Mariano Matamoros, con todo y el mensaje adjudicado
a un grupo delincuencial, coloca a nuestro estado en la mira nacional, pero
también en el centro de una contradicción que ya no se sostiene, ¿Tlaxcala
sigue siendo el estado más seguro de México? La propaganda oficial insiste en
que sí, pero los hechos recientes parecen gritar lo contrario.
El
alcalde de Ixtacuixtla, Alberto Hernández Olivares, apenas tras la masacre,
participó en una mesa inter estatal de seguridad para anunciar “reforzamiento
de estrategias”, ¿apenas?, ¿qué estaban esperando?
El
caso de Apizaco también evidencia la situación que se vive en la entidad,
cuatro hombres asaltados con violencia tras retirar dinero del banco, en pleno
desayuno en un local de Mole de Panza. Y eso pese a que días antes el edil
Javier Rivera Bonilla entregó ocho motocicletas BMW a la policía municipal con
bombo y platillo, pero la delincuencia sigue actuando con la misma impunidad de
siempre, ¿inversión inútil o estrategia fallida?
Por
su parte, en la capital tlaxcalteca, el presidente municipal Alfonso Sánchez
García invirtió en 9 patrullas RAM que entregó a principios de agosto, también
en chalecos balísticos, sumado a un flamante C2 inaugurado en junio. La
cuestión es si esta fórmula del edil se traducirá en seguridad real. Habrá que
esperar los resultados.
Estimados
lectores, Tlaxcala no puede acostumbrarse a ver cabezas humanas en sus
carreteras ni a desayunar entre asaltos armados, merecemos seguridad real, pues
la verdadera tragedia no se centra en que un hecho violento sacuda al estado,
sino que empecemos a verlo como algo normal.
Comentarios