Esperaban circo y les tocó resultados en el primer informe de Alfonso Sánchez García

“No tronó la pistolita”, dirían las abuelas, y es que más de uno llegó al primer informe de gobierno de Alfonso Sánchez García, presidente municipal de Tlaxcala, con la expectativa de ver espectáculo barato: un error en las cifras, un lapsus frente al micrófono, un discurso cargado de egos o hasta un guiño rumbo al 2027.

El morbo estuvo servido, las miradas encima y, sobre todo, las de sus rivales políticos que esperaban con ansias un resbalón. Les falló.

Hubo quienes asistieron no tanto con el interés de ver el progreso de la capital o de felicitar al edil, solo llevaban cargando el deseo oculto de verlo tropezar. Caras serias, sonrisas fingidas y ese aire de “a ver en qué falla” rondaba el Centro Cultural Universitario de la UATx.

Más de uno estaba listo para el comentario venenoso de sobremesa. Y para acabarla, a algunos les incomodó y mucho la presencia de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros.

Alfonso Sánchez García subió al atril sin titubeos, con datos en mano y la serenidad de quien sabe que gobierna con respaldo. No hubo poses de futurismo electoral ni discursos vacíos, lo que hubo fueron resultados.

Lo que se vio quedó muy lejos de un político improvisado, solo se vio a un alcalde que pisa fuerte, que sabe dónde está y hacia dónde quiere llevar a su municipio. Y eso, aunque les incomode a algunos, deja en evidencia que liderazgo hay y de sobra.