Sólo basta imaginar que las pasadas elecciones federales las hubiera ganado Ricardo Anaya o José Antonio Meade, que en este momento cualquiera de los dos personajes fuera Presidente de la República y que cometieran pifias o equivocaciones en sus decisiones, Andrés Manuel López Obrador, no hubiera desaprovechado y dejado espacios libres para señalar, criticar y denunciar a la “mafia del poder”, -como nombra a todo lo malo, incapaz, corrupto y deshonesto -.

La realidad es la que todos conocemos y vivimos, Andrés Manuel López Obrador es Presidente de México, y que hasta el momento no ha recibido un  señalamiento público serio que desestabilice o tambaleé a su gobierno, como lo hubiera hecho él, por eso la pregunta es: ¿Y la oposición?

Nada trascendental por parte de dirigentes de los principales partidos de oposición, ni de organismos autónomos, de instituciones o asociaciones civiles.

Esta pasividad o indiferencia tiene un significado y mensaje político, tal vez quiere decir que a pesar de los errores y malas decisiones, para la mayoría de la población, incluida la oposición, López Obrador va por el camino correcto, no puede ser de otra manera si no existen manifiestos, posicionamientos o declaraciones serias en contra de lo que se dice está mal desde Palacio Nacional.

Si bien el Mandatario del país busca terminar con los actos de corrupción en dependencias del gobierno federal, también es claro que existen afectados que no tienen otra más que callar y esperar su turno de investigación. 

El desabasto de gasolina en algunos estados del país para detectar a quienes roban el combustible y el anuncio de la desaparición del programa y subsidios a guarderías infantiles para comprobar malos manejos financieros, es sólo el comienzo de una lucha frontal contra la corrupción.

Este es el principal motivo que genera el silencio y pasividad de la oposición; los priistas, panistas, líderes sindicales y representantes de organizaciones de la sociedad civil que se dicen defensoras de víctimas por los delitos de trata de personas, secuestro, acoso y violencia se mantienen como espectadores, sin decir nada, porque saben que el actual Presidente de México evidenciará cualquier acto irregular, hay temor y silencio.

Las malas decisiones de la actual administración gubernamental para cubrir con lo que México necesita para vivir en paz, son un tema aparte; por el momento es evidente que López Obrador quiere cumplir con lo prometido en su campaña combatir a la corrupción bien o mal, eso sólo será juzgado en su tiempo y momento por los mexicanos.

Muchos esperan que estas determinantes acciones no se desinflen antes o a la mitad del sexenio para que todo quede igual, como siempre en México.

BOMBAZOS…

Derechohabientes del ISSSTE denuncian la falta de medicamentos, en especial de aquellos que forman parte de los tratamientos que reciben pacientes con padecimientos graves.

ARTILLERÍA…

Gracias a todos los familiares y amigos por las muestras de solidaridad ante el lamentable fallecimiento de mi sobrino, Carlos Fernando Acosta Cano. Valoramos y apreciamos todo.