Contra las cuerdas

Contra las cuerdas
 
Por vez primera del arranque de la 4T, la pandemia del Cornavirus, no sus adversarios conservadores, puso al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, contra las cuerdas.
 
Hasta la tarde del domingo, México registró la cifra de 47 mil 472 muertos y 434 mil 414 contagios, lo que nos colocó en el tercer lugar en decesos, solo por abajo de Estados Unidos y Brasil.
 
Ese tercer lugar mundial demostró la ineficacia de la política del Estado en materia de salud, para evitar la propagación del virus y proteger a los mexicanos.
 
A los ojos de las mayorías, el principal responsable de la errática conducción de la pandemia es el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell.
 
En eso coinciden varios gobernadores del país, así como legisladores del PAN, MC, PRD y PRI, quienes reclaman la renuncia del funcionario federal.
 
López Gatell recibió el respaldo inmediato de Morena, y es innegable que aún tiene el apoyo del Presidente López Obrador, quien parecer ser que es el único que le cree a sus proyecciones.
 
Aquí AMLO se encuentra en una disyuntiva, si remueve al subsecretario de Salud daría una muestra de debilidad ante sus opositores, algo que no está en su ADN político.
 
De lado contrario, empecinarse en que López Gatell siga en el cargo, va a provocar más descrédito a la forma de gobernar de la 4T, que ya mermó la figura presidencial, como lo demuestran las últimas encuestas.
 
Sin embargo, los tiempos se acortan, entre más tiempo se tome el Presidente en tomar una decisión al respecto, más serán los costos políticos para su administración.
 
Lo peor es que como se prevé, el semáforo se seguirá manteniendo en rojo y naranja, con el consecuente aumento de muertes y contagios, por lo que la situación no pinta nada bien para el régimen.
 
Más aún cuando los sectores mayoritarios de la población están mostrando cada vez mayor hartazgo, pues ya están resintiendo los efectos en sus bolsillos y en su economía familiar.
 
Entre más crezca el descontento, poco efecto tendrán los distractores que ha mandado la Presidencia, como la Rifa del Avión y el Caso Lozoya.