La 4T se desmorona

La 4T se desmorona
Les cuento que cero y van dos, los funcionarios que salen de gabinete de la Cuarta Transformación, en menos de una semana.

El primero en caer fue Germán Martínez Cázares, quién renunció a la Dirección General del Instituto Mexicano del Seguro Social.

Lo hizo por medio de una dura carta que cimbró al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pues acusó de neoliberal a la política de ahorro de la 4T.

El Presidente de la República no se inmutó por la salida del funcionario, que regresó al Senado de la República, pues dijo que su gobierno cuenta con cuadros valiosos para el relevo.

En la misma semana hubo exigencias de la opinión pública para remover de su cargo a la Secretaria de Cultura, por el escándalo del INBA.

Pero López Obrador salió al quite defendiendo a Alejandra Frausto, diciendo que el suyo, es un gobierno tolerante.

Sin embargo, esa tolerancia no la tuvo con Josefa González Blanco Ortiz Mena, quien renunció a la SEMARNAT, por el retraso que causó en un vuelo de pasajeros.

No obstante, parecen haber otros motivos detrás de la dimisión de la funcionaria federal, que tienen que ver con la incapacidad para resolver los problemas del sector.

Aunque no todo es culpa de González Blanco, pues quedó sin capacidad de reacción por los despidos de más de 16 mil trabajadores.

Es decir, le tocó pagar los errores de las políticas de austeridad de la Cuarta Transformación, aunque la ex titular de SEMARNAT ya había dado visos que renunciaría al cargo.

No es el único caso, de nuevo  se habla de la próxima renuncia de Alfonso Romo, el jefe de la Oficina Presidencial, aunque ya lo ha desmentido con anterioridad.

Lo cierto es que el gobierno federal se empezó a desmoronar, a sólo seis meses de gestión.

En medio de ese escenario, varios medios especularon sobre  la llegada del ex gobernador de Chiapas, Manuel Velasco a la SEMARNAT.

La mera posibilidad de ese hecho, generó encendidas reacciones en contra del político del PVEM, así como del Presidente de la República.

Es evidente que López Obrador empieza a capitalizar los errores de su incipiente gobierno, aunque llama la atención que siga poniendo oídos sordos a los reclamos de la sociedad.

¿Hasta cuándo?