El inexplicable LoreFest
La clase política local aún se sigue preguntando qué celebró la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros en la Plaza de Toros de Apizaco.
Algunos dicen que la magna concentración fue para festejar el cuarto año del triunfo morenista, pero esta fecha se cumplió el 6 de junio.
Otros sostienen que fue en ocasión del cuarto aniversario del inicio del gobierno lorenista, pero esto se debió celebrar el 31 de agosto.
Hay un desfase de fechas entre ambos momentos, pero lo que más llama la atención es que ni entre los organizadores se ponen de acuerdo.
“Haiga sido como haiga sido”, la gobernadora Lorena Cuéllar abarrotó la Plaza de Toros para rendir un miniinforme que sonó a despedida.
También, se percibió un tono de nostalgia de la mandataria estatal, pues ya solo le falta un año y diez meses para entregar el poder.
Pero si el objetivo fue el de mostrar músculo, este se cumplió con creces, pues más de 7 mil almas abarrotaron el coso taurino.
La mandataria estatal fue arropada por las estructuras del gobierno, de Morena y por los presidentes municipales, quienes hicieron el acarreo.
Desde el ascenso al poder federal y estatal, los gobiernos de la 4T cada vez más recurren a los baños de pueblo para mostrar poder de convocatoria.
Pero este recurso se está desgatando notablemente, como se hizo sentir durante la concentración del pasado sábado en Apizaco.
Tras las caras sonrientes de los asistentes para las selfis, se evidenció un enorme malestar por ser obligados a asistir a este tipo de eventos.
No lo dicen abiertamente, pero los empleados estatales y municipales, así como beneficiarios de programas sociales, ya están cansados de esa situación.
Tan solo este mes, perdieron dos fines de semana, para acudir a los festejos de la presidenta Claudia Sheinbaum y de la gobernadora del estado.
Lo que significa que ese hartazgo social puede cobrar factura política tarde o temprano. Al tiempo.
Victortamayo5@hotmail.com
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