Bajo fuego amigo o una gran tormenta mediática se encuentran varios aspirantes a la candidatura de Morena a la gubernatura del estado. 

En centro del ojo del huracán se ubica Josefina Rodríguez, quien hasta el momento se había mantenido sin ningún rasguño en la carrera sucesoria. 

La secretaria de Turismo fue acusada de mentir con sus grados académicos, pues se asegura que no cuenta con los estudios de postgrado que dice tener. 

La exhibida en redes sociales en contra de la funcionaria federal que aspira a gobernar el estado, fue tan brutal que ni las manos metió para defenderse. 

En el imaginario colectivo quedó la percepción de que Josefina Rodríguez engañó a la presidenta Claudia Sheinbaum, pero sobre todo a los tlaxcaltecas. 

La puntera en las encuestas, Ana Lilia Rivera también se vio envuelta en el escándalo mediático, luego que se ventiló que su jefa de oficina extorsionó a alcaldes. 

El edil de Ahome, Sinaloa, denunció ante un medio nacional, que personal de confianza de la senadora, utiliza indebidamente su posición en el Senado. 

Anel Bautista Delgado y Gerardo Horta gestionaban encuentros y conferencias a nombre de la comisión del Senado que preside Ana Lilia Rivera. 

La legisladora de Calpulalpan negó tener conocimiento de las gestiones que hacían sus empleados de confianza, pero el golpe no se lo quitó.

El secretario de Educación Pública, Homero Meneses, también se encuentra en la picota mediática por utilizar el cargo con fines políticos. 

En las redes sociales se publicó una carta de protesta de trabajadores de la educación, quienes dicen estar cansados de tantos abusos. 

Concretamente, acusan al funcionario estatal de obligarlos a asistir a eventos partidistas de Morena, incluso en sus días de descanso. 

Encima de eso, denuncian que también los presionaron para cooperar y llevar alimentos para festejar el cumpleaños del titular de la SEP. 

La semana cerró con las publicaciones en contra de los tres aspirantes a la candidatura de Morena, las cuales fueron aprovechadas por sus adversarios. 

Lo que indica que a partir de ahora y entre más se acerquen los tiempos políticos, todos los precandidatos van a estar bajo el escrutinio público. 

Por lo que los que tienen guardados sus trapos sucios en el clóset, más vale que los laven bien pues es seguro que se los van a sacar a la luz pública. 

Como sucede cada vez que hay proceso electoral en puerta, de las guerras de lodo nadie se salva, todos saldrán salpicados de alguna u otra manera.

Sálvese quien pueda.

Victortamayo5@hotmail.com