Prueba de fuego para la 4T

Prueba de fuego para la 4T
El gobierno de Tlaxcala anunció con bombo y platillo, el restablecimiento del orden público en el municipio de Xicohtzinco, tras cuatro meses de conflicto poselectoral.

En efecto, se instalaron mesas de diálogo con los inconformes y se reabrió a la circulación la carretera federal Puebla-Tlaxcala.

Sin embargo, el conflicto que no tiene razón de ser, está lejos de terminar, porque todo parece indicar que el gobierno de la 4T ya tomó partido.

Nos enteramos que el secretario de Gobierno, Sergio González Hernández, prometió a los rijosos la cabeza del alcalde de Xicohtzinco, Luis Ángel Barroso.

Todo ello, para favorecer a su amigo, Luciano Crispín Corona, quien invirtió una fuerte cantidad de dinero en la campaña perdedora de la candidata de Morena.

Tras la derrota electoral, el ex auditor del OFS orquestó la desestabilización del municipio, por la vía de la violencia, para tratar de recuperar su dinero a costa de secuestrar a su municipio.

Argumentó que en la elección municipal, hubo compra de votos, lo cual no pudo comprobar ante los tribunales electorales, quienes fallaron a favor del triunfo del PRD.

Tras el fallo adverso, Luciano Crispín Corona exigió 30 espacios del ayuntamiento, entre jefaturas y direcciones espacios, así como el manejo de la tesorería.

El capricho de Crispín, originó la comisión de actos vandálicos, que a un paso estuvieron de llegar a mayores, por la violencia que se ha desatado a la fecha.

Lo grave de todo es que la Segob está tratando de presionar al alcalde, para que pida licencia, con el propósito cumplir los caprichos de los rijosos.

Todo, porque Luciano Crispín Corona es amigo de Sergio González Hernández, desde el sexenio orticista, y porque la candidata que perdió era de Morena.

Lo que no está midiendo el gobierno de la 4T, es que una decisión de esa magnitud, puede incendiar no sólo la zona sur de estado, sino enviar un mensaje político equivocado.

Si esa es la forma de resolver conflictos, bajo presión y no por la legalidad, entonces no van a tardar en surgir otros conflictos para tratar de tumbar a autoridades municipales.

En este sentido, el gobierno de Lorena Cuéllar Cisneros debe tener mucho cuidado, pues puede despertar al Tlaxcala bronco.

No hay que olvidar la época en la que los conflictos políticos municipales eran la constante, con saldos graves para la estabilidad y gobernabilidad estatal.

Todo por un capricho de un personaje que hoy exige transparencia, pero que no la dio cuando se desempeñó como auditor del OFS.

victortamayo5@hotmail.com