¡Estúpido Gato!

¡Estúpido Gato!

No tengo una idea de cómo se llamará, cuánto tiempo la tendré, ni si eso le hará bien a mi vida, ahora mismo estoy enojada.

Alguien que me quiere ¡menos mal!, decidió que necesitaba un gato, ¡un gato!, un animal que jamás he tenido, nunca pedí en mi carta a los reyes y por supuesto, es la primera mascota que tengo después del perrito que murió en mis brazos cuando tenía nueve años de edad.

Tengo veintinueve, hagan cuentas de cuan insensible soy.

Es un minino de apenas unos meses una gatita bebé, tiene ojos verdes y pelaje color miel, avispada; se entretiene con unas bolitas de estambre hechas por mi hermanito menor quien juega con ella y suelta una carcajada tras otra, no sé bien cómo lo logra, no me causa ternura en absoluto.

Trato de ser una buena propietaria, tiene arenero nuevo y comida suficiente, aunque su hit sea beber gotitas de agua en el baño, háganme el favor.

Quienes me leen semana a semana seguramente se preguntan ¿Y esto qué?, ¿No escribes de política?, en realidad sí, pero sinceramente mi principal terapia es escribir sobre casi todo aquello que pienso.

A mis editores les encantará saber que quizá, por una vez en la vida les haga caso, no seré ni incisiva, ni incómoda.

Volviendo al gato, regresé a casa a quitarme la angustia de no saber para qué sirven o cuál es la razón de que millones de personas tengan más amor por un gato que propio.

Perdón, es lo que he notado.

Fue Google mi bendita Wikipedia, quien me contó que los gatos ayudan a mejorar la salud en varios aspectos:

1- Mental

Al reducir los niveles de cortisol (estrés).

2- Terapéutica

Ayuda a niños con autismo.

3- Emocional

Ver fotografías con sus gatos provocó emociones de felicidad y esperanza en los encuestados.

4- Física

La frecuencia del ronroneo de un gato es sanadora, estimula la curación de tejidos.

Además, convivir con gatos mejora la salud mental y protege el corazón.

Así pues, medio informada de las ventajas y haciendo a un lado que esas mascotas se asocian con personas solteras, me embarco en la tarea de convertirme en alguien que sepa cuidar de alguien más.

-Creo que estás un poco contrariada

-Sí, lo que en realidad me incomoda es que decidan por mí. ¡Necesitas un gato!

Conversaba al teléfono siendo un mar de emoción. Y es que a veces, las mejores cosas que nos pudieran pasar vienen envueltas y llegan así, sorpresivamente.

¿Qué nombre le ponemos?

Ya es suyo también por leerme hasta el final y estar aquí sin importar el tema.

Hasta la próxima…

@Naye_Romero89

nayelir31@gmail.com