Fácil, correcto y moral

Fácil, correcto y moral

Un ministerio público visita el Hospital General para realizar un interrogatorio, la interrogada, una fémina de 19 años a quien la voz le temblaba, horas atrás, se había tomado un té para desechar el producto; el producto del estigma, la desinformación, la precaria educación sexual e incluso la falta de amor propio.

Por decidir sobre su vida, salud e historial reproductivo, en Tlaxcala, aquella mujer purgaría de 15 días a 2 meses de prisión y de 18 a 36 días de salario mínimo, tal como lo establece el Art. 242 del código penal vigente.

La imagen de esa joven no la olvidaría jamás, quizá por todas las emociones que su rostro expresaba postrada en la cama de aquel hospital con el cuerpo frío y las piernas en los huesos, casi pierde la vida.

El pasado martes, en un acto de protagonismo y nula intención verdaderamente social, el diputado Miguel Ángel Covarrubias, presentó una iniciativa para reformar el Código Penal y la Ley de Salud en el Estado de Tlaxcala.

Lo anterior, para despenalizar el aborto hasta las 12 semanas de gesta, así como para que éste, sea realizado en condiciones de seguridad e higiene que no pongan en riesgo la vida de la mujer que lo solicite.

Entonces las redes sociales ardieron, ardieron contra el diputado quien más que un legislador es una meretriz de la política, ardieron contra las mujeres libres, si, libres, que se han declinado por no procrear y decidido por el aborto, legal y seguro, sólo permitido en la CDMX.

Llevaron el tema a la arena del escarnio, donde los machos insisten en que nos embarazan las palomas y el feminismo pro vida nos hunde en el infierno con un rosario en la mano.

El tema de fondo no es abortar, mujeres del estado lo pueden hacer fuera de este, o al interior, en esas clínicas que asumen ‘Dan Vida’ pero que en complicidad con las autoridades sanitarias la quitan, de forma insegura e ilegal.

Para los opinólogos, preponderantemente hombres, el eje del debate son las razones por las que se permite.

La Ley vigente en el estado en el artículo 243 del Código Penal, estipula que aquí, a 500 años de la colonización; las mujeres únicamente tenemos permitido abortar sin ser criminalizadas si hubo violación o existe malformación en el producto, imprudencial o accidental, si se pone en riesgo la vida  o salud de las mujeres, si el embarazo es resultado de una inseminación artificial no consentida, también por alteraciones congénitas, genéticas o congénitas graves, pero nos exige tener para todo esto el consentimiento del padre. ¡Vaya Ley!, y, ¿Si no está?

Duele saber que, en este tema, en el debate, nuestras legisladoras se hayan dormido en el laurel de la indiferencia, la sensibilidad, la empatía con el género.

Indigna que estas causas, como la de los desaparecidos, las mujeres víctimas de trata de personas, las estancias infantiles, el rescate de los ríos y las vaquitas marinas, tengamos a oportunistas ‘legislando’ para salir en la foto.

Si, los internautas tienen razón, es más fácil, más correcto y moral usar condón o cualquier método anticonceptivo, siempre que lo ocupen ustedes.

Nosotras estamos diseñadas para dar vida o no, esa seguirá siendo nuestra elección.

¡Uy! Perdónenos por P_ T _ _.

Hasta la próxima...

@Naye_Romero89

nayelir31@gmail.com