Las delicias del poder

Las delicias del poder

Con el arranque del proceso interno de Morena para elegir candidatos rumbo a la elección de 2024, el gobierno estatal parece sacudirse por las omisiones y yerros de “funcionarios de alta confianza”. 

El caso de Miguel Sánchez Ramírez, que se supone es director jurídico de la SEGOB, es un claro ejemplo. 

¿Alguien sabe dónde trabaja o las funciones que ejerce, si la Consejería es la que lleva lo relacionado a la materia legal?  

Sánchez Ramírez solo disfruta las delicias del poder sin mirar consecuencias.  

Por un lado, es sabido que le jugó chueco a su ex jefe, Sergio González, pues decía que lo apoyaba en su búsqueda por el Senado, pero la realidad es que no mueve ni un dedo. 

Y por otro, pareciera que su único interés es el dinero, y quedar bien con sus amigas cercanas, aquellas que ha incrustado en varias áreas del gobierno, como la que lleva Asuntos Laborales, quien regresó al trabajo después de 90 días de ausencia, pese a llevar un récord de casos perdidos con sumas de dinero estratosféricas. 

Se dice que entre Miguel y Rosa María hay una relación muy cercana, y que pierden a propósito todos los laudos para el gobierno, pues por fuera negocian con los trabajadores para que cobren sus finiquitos y ellos se lleven su tajada. 

Así de triste es la historia del gobierno de la Nueva Historia: conveniencias personales sobre intereses sociales.