ATAH sigue siendo la única línea en la entidad con destino a dicha ciudad.

Lunes 5:20 de la mañana, al menos 40 personas aguardan en fila para adquirir un boleto a la Ciudad de México, la escena se repite en terminales de Huamantla, Tlaxcala y Apizaco; tiene un porqué.

En la última década, habitantes de Tlaxcala y municipios conurbados han tenido que migrar a la cosmopolita ciudad para laborar, como es el caso de Ernesto, un abogado que trabaja para un despacho fiscal en Polanco.

“Yo llevo 7 años viajando los lunes a la Ciudad de México, al inicio es tedioso pero después te acostumbras” señala mientras aguarda a la fila.

Al frente una pareja sale molesta de la fila, primero por pagar 8.00 pesos más desde su última visita a la Ciudad de México y luego, porque tendrán que esperar una hora para abordar su autobús.

La razón, la demanda de transporte a la ciudad excede la capacidad operativa de la empresa.

Mientras que, en terminales como Puebla los autobuses salen cada media hora, aquí, en Tlaxcala, el servicio es insuficiente y diverso. Por 95.00 pesos viajas en servicio ordinario a la ciudad y por 156.00 en ejecutivo, con el primero, el viaje puede llevarte tres horas para un trayecto de 141 kilómetros. 

“Yo la verdad a veces prefiero viajar a San Martín y de ahí moverme a la ciudad que esperar por un boleto aquí, además de que me cuesta el doble, el servicio resulta incómodo y comprar por internet tu boleto no es una opción”. Precisa Rolando, un estudiante de la facultad de medicina de la UNAM.

6:00 de la mañana, la fila continúa, ya no hay boletos disponibles para las próximas tres salidas de autobús.

El servicio aunque precario es el único, usuarios toleran su calidad y forma de ofrecerlo, pagar con tarjeta tu boleto lo podrás hacer después de las 10:00 de la mañana y, adquirirlo con un billete de alta denominación te hará perder más de cinco minutos, ’no tenemos cambio’, inquieren en la caja.

En 2017 el Senado de la República, presentó un exhorto a la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) para analizar las prácticas monopólicas de la empresa en la entidad, el caso fue desestimado.