Trabajadores de la confección en el estado de Tlaxcala solicitaron a la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros que el uso del uniforme único para estudiantes de instituciones públicas de educación básica y media superior se adopte hasta el ciclo escolar 2023-2024, pues aplicarlo en lo inmediato afectaría la economía de las familias dedicadas a esta actividad.

Explicaron que, por un lado, los últimos dos años ha habido una parálisis productiva debido a la pandemia de Covid-19, “lo que perjudicó profundamente la economía y los empleos que genera la confección de uniformes”.

Por otro lado, señalaron que la elaboración de uniformes se realiza con un mínimo de seis meses de anticipación, por lo que a estas alturas ya se abasteció la materia prima para la producción de uniformes.

De esta manera, subrayaron que si entrara en vigor en el ciclo 2022-2023 la disposición de usar sólo el uniforme deportivo, “generaría la quiebra de la industria de la confección de uniformes, dejando sin productividad y sin ingresos a los que dependemos de este oficio”.

Los confeccionistas del estado hicieron esta petición a la mandataria estatal a través de un oficio recibido en su oficina el pasado 4 de julio, diez días antes de que el “Acuerdo que establece el uso del uniforme único para las y los estudiantes de instituciones públicas de educación básica y media superior del estado de Tlaxcala” fuera publicado en el Periódico Oficial del estado.

Aquella ocasión, su escrito lo dirigieron con base en la información “extraoficial” que conocieron sobre dicho acuerdo, pero ahora que esa disposición ya es oficial insistieron en pedir a la gobernadora les permita vender la producción ya existente en almacén de uniformes de diario e incluso los de gala.

Para hacerse escuchar, planean realizar una concentración el próximo lunes en la Unidad de Servicios Educativos de Tlaxcala.