Mientras los morenistas se disputan con todo la candidatura a la gubernatura de Tlaxcala, el Partido del Trabajo empezó a tejer fino en el centro del país, donde se toman las decisiones políticas.  

Los petistas buscan dar un manotazo sobre la mesa, para dejar en claro que sin ellos Morena puede sufrir graves retrocesos electorales, como en los recientes comicios de Durango y Veracruz.  

De buena fuente nos enteramos que en el PT no están contentos, pues pese a formar parte de la 4T, no han sido tomados en cuenta a la hora de la repartición de candidaturas en los estados.  

No es el caso del PVEM, quien actualmente gobierna los estados de San Luis Potosí y Quintana Roo, pese al poco tiempo que tiene de formar parte de la Cuarta Transformación. 

Nada que ver con el Partido de la Estrella, quien, junto con su dirigente nacional Alberto Anaya, ha caminado al lado del expresidente Andrés Manuel López Obrador.  

La última vez que el PT tuvo una candidata suya a la gubernatura de Tlaxcala, fue en la elección de 2016, cuando Morena postuló a la senadora petista Martha Palafox.  

Para la elección de 2027, el Partido del Trabajo tiene en la mira a Baja California, Tlaxcala y Zacatecas, entidades en las que ya autorizaron a sus candidatos a realizar trabajos políticos.  

Dependiendo del género que se decida al interior de la 4T, el PT cuenta con los diputados federales Irma Garay Loredo y Alejandro Aguilar López, aunque también busca colarse Miguel Ángel Covarrubias, el ex alcalde de Texoloc.  

La dirigencia nacional petista aún no decide qué pasará, si no les otorgan ninguna candidatura en las elecciones para gobernador en 2027, pues no buscan romper con la coalición con Morena y el PVEM.  

Pero donde todo parece indicar que no habrá alianza será en las elecciones para alcaldes y diputados locales, pues Morena les ha regateado candidaturas importantes, pese a ser la segunda fuerza política del estado.  

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