No a la censura
En México se abre otra vez el libro de la historia para escribir una nueva página; en esta ocasión el punto central del debate es la Ley de Telecomunicaciones presentada por el gobierno de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y criticada por la oposición, que luego de conocer su contenido la llaman “Ley Censura” por el riesgo que corre uno de los derechos fundamentales de la población: la libertad de expresión.
Y es que la reforma a la Ley de Telecomunicaciones no fue bien enfocada de origen porque uno de los objetivos es evitar que los grupos delincuenciales usen plataformas y redes sociales para reclutar personas para sus intereses, así para detectar otras irregularidades como el mal uso del lenguaje durante cualquier trasmisión en vivo o grabada, entrevista, reportaje, noticia o en mesas de debate, opinión y análisis, más no la de censurar contenidos e ideas.
La propuesta del gobierno federal para reformar la Ley de Telecomunicaciones no presentó el enfoque idóneo, no dio contexto histórico suficiente y mucho menos justificó su contenido, dejo cabos sueltos y ahora enfrenta un nuevo debate porque los partidos de la oposición aseguran que se trata de una reforma que pretende callar voces incomodas a la actual administración y de censurar programas críticos, así como para detectar a periodistas que molesten a funcionarios y dependencia del gobierno federal.
Dice el refrán que palo dado ni Dios lo quita, ahora el Gobierno federal debe replantear esta reforma porque la oposición ya encontró el camino para decir que se trata de la “ley censura”.
De entrada el Senado de la República frenó a tiempo esta iniciativa hasta que se aclaren todas las dudas sobre sanciones, retiro o suspensión de concesiones o permisos a estaciones de radio y televisión que incurran en faltas, el bloqueo a plataformas de dudosa procedencia o mal intencionadas, así como las facultades reales de la Agencia de Transformación Digital para emitir sanciones, amonestaciones o avisos en caso de alguna falta o mal uso de los medios, en este momento carece de reglas claras y concisas.
Por algo ocurren las cosas, luego de esta reforma, los periodistas comprometidos con la profesión están más que firmes para defender el derecho a la libertad de expresión, además para exigir todas garantías de seguridad y apertura sin censura para desempeñar la labor de informar de una manera veraz, crítica, ética y enérgica.
A todo esto, y luego de que el Senado y la presión de ciudadanos frenarán esta iniciativa, la Presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que su gobierno no pretender censurar nada y a nadie, menos lo que se publica en redes sociales, por lo tanto, esta iniciativa a la Ley de Telecomunicaciones revirará su sentido. Ya veremos, porque el tiempo es el que acomoda a todos en su lugar.
Bombazos…
Están muy preocupados en las cúpulas del poder porque la campaña para que la población acuda a votar el próximo primero de junio por Ministros, Magistrados y Jueces no permea, no cuaja, es decir, no es de interés ciudadano.
Ahora es tiempo de que las y los candidatos enciendan los ánimos y el interés para que la población elija de una manera libre y secreta a los próximos integrantes del Poder Judicial, pero la verdad es que no hay forma, hay desanimo e incertidumbre hasta de los mismos contendientes, la campaña inicio desangelada. Que tal.
Artillería pesada…
Los datos de algunas casas encuestadoras con relación a la preferencia de personajes para convertirse en candidatos de morena al gobierno del estado de Tlaxcala, para las elecciones del 2027 son cambiantes, ahora resulta que los números dan empate técnico entre la Senadora Ana Lilia Rivera y el alcalde capitalino, Alfonso Sánchez García, mientras que otros aspirantes suben en las preferencias como el ex diputado federal, Carlos Augusto Pérez Hernández y el ex director de gobernación de la secretaria de gobierno de Tlaxcala, Luis Vargas, mientras que la secretaria de Turismo Josefina Rodríguez Zamora, bajó en las encuestas, todo tiene y tendrá acomodo.
Hasta la próxima entrega de Frentes de Guerra.
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