Mayordomos de la parroquia de Cristo Resucitado de la comunidad de Tlaltepango, municipio de San Pablo del Monte, cerraron el lunes las instalaciones de ese templo católico y negaron el ingreso al sacerdote Joaquín Muñoz Muñoz, en desacuerdo por la supuesta mala administración.

Lo anterior, obligó a llevar a cabo una reunión emergente en el Obispado, entre el párroco, los fiscales, miembros del Consejo Parroquial, el Vicario General y el Canciller, quienes por la noche buscarán exponer propuestas de trabajo a los inconformes.

En fechas anteriores, mediante oficios dirigidos al Obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino, los mayordomos acusaron al cura de incurrir en una serie de anomalías, entre ellas la falta de respeto a los usos y costumbres, el traslado de festividades, abuso en el costo de las misas que se celebran fuera de horarios, la negativa a impartir los santos óleos, y la no visita a los enfermos.

En los escritos, cuya copia está en poder de este medio, también se señala que el presbítero se niega a dialogar con los feligreses, da prioridad a misas externas, hace entrega de sobres durante la confesión para posiblemente recaudar ingresos de los que se desconoce el destino y uso. Igualmente, se expone que en una homilía celebrada en los primeros días de diciembre pasado la recolección de la limosna se hizo en una alcancía distinta a la que dispuso el religioso, lo que no agradó al oficiante, quien canceló la celebración y, sin más, se retiró del recinto.

Paralelo a ello, mayordomos del barrio de San Pedro y La Santísima firmaron otro oficio dirigido al máximo jerarca de la grey católica en el estado de Tlaxcala, para solicitar el cambio del padre titular, y el nombramiento de dos vicarios, uno para cada barrio, con el argumento de que las comunidades han crecido y el párroco Jorge Muñoz no se da abasto para atender las diferentes sedes.

Este medio pudo conocer que, anoche hubo una reunión informativa en las inmediaciones del templo de Cristo Resucitado de Tlaltepango, en donde los inconformes determinaron esperar a que el miércoles se pueda destrabar el conflicto para reaperturar el espacio religioso, en cuyos alrededores se observa un dispositivo de seguridad policial.