Al menos  26 centros acreditados y 200 guías certificados, se preparan para la próxima temporada de avistamiento de las luciérnagas en el santuario de Nanacamilpa, que se llevará a cabo de la segunda quincena de junio a la segunda semana de agosto.

El reto no solo será controlar a unas 90 mil personas que se calcula asistan durante ese periodo, sino tomar la ruta de cambiar el turismo de masas por el de conciencia, pues el turismo masivo en general daña el entorno al que llega y lo importante en este caso es la conservación de uno de los sitios naturales más importantes de Tlaxcala.

Así opinó el Presidente de la Agrupación para el Cuidado de las Luciérnagas en Nanacamilpa, Enrique Espejel, quien dijo que los incendios forestales y la costumbre arraigada de talar árboles  – sin reponerlos – como medio de subsistencia, son las principales amenazas para las dos mil 400 hectáreas que conforman ese santuario entre los ejidos de San José y Lira y Ortega.

“El principal impacto con tantos usuarios es el turismo de masas, tenemos que ir cambiando, tal vez sacrificar el turismo de masas por el turismo más consciente, si logramos eso ya podremos conservar más el santuario porque el turismo destruye a donde llega. No es fácil pero tenemos que tomar esa ruta”, indicó en entrevista.

Sin embargo, comentó que gracias a la capacitación y concientización que su agrupación ha hecho en los últimos años, más jóvenes se han sumado a acciones de combate al fuego y otras de protección al entorno, pero que todavía se enfrentan a costumbres en la localidad de explotar el bosque sin racionalidad.

Espejel también destacó que prácticamente ya no existen centros de avistamiento ni guías “piratas” en ese santuario, pues la organización ha impedido ese tipo de operaciones que igualmente dañan altamente al medioambiente.