Al igual que un ocurre en otros puntos de la entidad, priva una marcada desorganización y retrasos en el suministro de la segunda dosis anti COVID-19.

 Desde la tarde noche del miércoles, diversas sedes dispuestas para la aplicación de la segunda dosis de la vacuna anti COVID-19 en el municipio de Chiautempan han presentado una alta afluencia de adultos mayores que pernoctaron en la vía pública a espera de reservar un sitio, esto ante una marcada desorganización por parte del gobierno federal.

 En distintas sedes dispuestas en varios puntos de la ciudad sarapera como el estadio Prospero Cahuantzi, así como centros de salud y puntos públicos en las comunidades de Ixcotla, Santa Cruz Tetela, Texcacoac entre otras, se aprecian filas de varios cientos de personas, que incluso rondan el millar, que aguardan al inicio de la aplicación de dosis, donde en repetidas ocasiones se hace patente la queja de una marcada falta de organización y celeridad por parte de los funcionarios federales.

 En ese sentido señalaron que los engorrosos trámites de registros en línea fueron completamente inútiles, y que en la mayoría de los casos no fueron notificados vía telefónica de la aplicación de la inoculación como lo habían anunciado en presidencia de la República, al tiempo que incluso señalaron existiría cierto favoritismo hacia familiares y allegados de los trabajadores de la Federación.

 Asimismo, reclamaron la falta de espacios de servicios públicos como sanitarios, los que dijeron en la mayoría de los casos son insuficientes en los inmuebles y se encontraban cerrados durante la noche y la mayor parte de la mañana, asegurando que se trata de una falta de sensibilidad del personal de las dependencias, además de que las sedes no fueron provistas siquiera de una lona que les permitiera cubrirse de los fuertes vientos fuente la noche o los rayos del sol fuente la mañana.

 En ese sentido, responsabilizaron al gobierno federal y q la secretaría del Bienestar en la entidad de las posibles afectaciones que se presenten en la salud de los adultos mayores que esperaron por más de 16 horas en la intemperie por la vacunación, siendo una evidente desconsideración y falta de tacto la que persiste en torno a la estrategia nacional.